Cuando trabajas prácticas de Conversion Rate Optimization con clientes para optimizar sus páginas webs, una de las conversaciones más comunes es sobre buenas prácticas de CRO. Podríamos encontrar decenas de soluciones mágicas googleando “las mejores prácticas de CRO”. Pero, ¿para qué? Cada página web es diferente y cada una necesita actuaciones distintas.
¿Por dónde empezamos?
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que no puedes presuponer que todas las prácticas van a funcionar y que debes implementarlas sin más. Si se trata de pequeños cambios está bien que los implementes, pero si son cambios más importantes es mejor que los pruebes antes de aplicarlos.
Warning!! ¡Que a tu competencia le funcione no significa que también te vaya a funcionar a ti!
Las mejores prácticas en CRO se encuentran a través del análisis y las pruebas. El tráfico, el reconocimiento de marca y la demografía son factores propios de nuestro sitio web por lo que no podemos simplemente hacer los mismos cambios que hacen otros.
Así que, como no podemos decir cuáles son las mejores prácticas de CRO, te diré cuáles son aquellas que ya no se consideran buenas prácticas.
1. Test multivariante (MVT)
En los inicios del CRO, el test multivariante estaba considerado como de lo mejor. Pero tiene un problema, requiere muchísimo tráfico para poder conseguir resultados. Y con muchísimo digo millones. E incluso así, a veces se necesita meses para obtener resultados.
Es cierto que en algunos aspectos utilizar el test multivariante es útil: en pruebas con titulares, copia CTA, color del botón, etc. Al principio, estas pruebas suponían una ventaja para las pocas webs que las utilizaban; ahora, puede convertirse en una desventaja ante los competidores que estén utilizando herramientas avanzadas de análisis y mejora de la experiencia de usuario (UX).
2. Tácticas de persuasión
La persuasión puede ser efectiva con algunos clientes, por supuesto, pero es mejor si te centras en buscar la claridad. A veces, cuando intentas vender algo a un cliente, aunque en un principio estuviera interesado, termina por no quererlo. Es mejor que no intentes persuadirlo -y acabes ahuyentándolo-, trata de mostrarle los beneficios que obtendría con su producto, engánchalo.
A no ser que tengas un tráfico muy bajo, en principio los usuarios que llegan a tu página están interesados en el producto, así que muéstrales de forma clara cuáles son los beneficios y obtendrás más conversiones y un UX más positivo.
3. Carruseles y sliders
Ya no es considerada como una buena práctica. Muchos artículos dicen incluso que los carruseles perjudican las conversiones, sin embargo, a los diseñadores les debe encantar porque todavía siguen utilizándose.
Los carruseles pueden frustrar a los usuarios porque les distraen de lo que realmente querían hacer, más aún si hay texto en las imágenes (o, peor aún, llamadas a la acción -CTA-) y desaparece cuando vas a mitad de frase. Además, si tienes varias imágenes de portada reduces la importancia de todas ellas.
Mejor haz un CTA principal para la ruta preferida basada en el análisis de los usuarios y después llévalos a otras opciones más abajo si la primera no les ha convencido.
4. Acortar páginas – Mantener todo “above the fold”
Las páginas cortas solían ser más concisas y requerían menos tiempo de espera en la carga. Ahora, los usuarios están acostumbrados a desplazarse por la pantalla, sobre todo desde los dispositivos móviles que son los más utilizados para navegar, por lo que intentar colocar todo lo importante “above the fold” en sus pequeñas pantallas parece complicado.
Lo que puedes hacer es destacar las propuestas de valor y, después, conducir a tu usuario hacia abajo en la página. Por ejemplo, en las páginas de productos, hay que asegurarse de mostrar suficiente información para mantenerlos interesados y poner debajo el resto de contenido, como detalles del producto, para que los usuarios lo vean después.
Asimismo, el uso de enlaces internos con anchor tags que redirijan al usuario a otro contenido dentro de la misma página también puede ser muy efectivo. Recuerda que la claridad es lo más importante así que no dejes el contenido a medias, asegúrate de que es entendible.
5. Cuantos menos clics, mejor
Antes las páginas, además de ser cortas, concisas y claras, requerían de pocos clics para alcanzar el objetivo final, por ejemplo, conseguir una conversión. Ahora, con una conexión rápida a Internet esto ya no es necesario porque cargar páginas adicionales no es el obstáculo que era.
Pero, eso sí, ¡no añadas pasos innecesarios! El objetivo, al final, es averiguar que le da confianza al usuario y si un paso más da la claridad necesaria, tienes nuestro beneplácito para hacerlo 😉
Conclusión
Después de todo esto, lo que SÍ podemos llamar buena práctica es analizar tu propia página web y entender a tus usuarios para diseñarla de la mejor forma posible. Y testea cualquier hipótesis siempre que puedas, por supuesto.