Estrategia y Empresa

«Ha habido una burbuja de emprendedores que se está desinflando»

¿Por qué decidisteis formar PEAKS Business School?

Decidimos fundar PEAKS Business School porque queríamos ayudar a las personas a desarrollarse como directivos. Para nosotros es algo vocacional, en cierta forma lo entendemos como un oficio y no solo como un negocio. Hemos trabajado en varias universidades y encontrábamos muchas restricciones, burocráticas, procedimentales e incluso legales; y quisimos iniciar un proyecto nuevo donde no hubiera esas restricciones y de la forma en que nosotros entendemos que hay que hacerlo.

¿De dónde viene el nombre PEAKS de la empresa?

Define nuestra metodología, aunque son unas siglas que también nos evocan al reto de las montañas. Corresponden a Personal Enhancement, un crecimiento personal que creemos que debe ser individual, y a otras tres cosas con las que trabajamos: actitud (Attitude), conocimiento (Knowledge) y competencias (Skills). Entendemos que si no se trabajan estas tres cosas y, además, de forma personal y con el objetivo de construir una transformación en la persona, lo que se haga se va a diluir con el tiempo.

Queremos diferenciarnos de la formación convencional en la que se estudia para un examen y una vez terminado se tira de la cadena. Si conseguimos que la gente participe, si conseguimos el engagement, y herramientas para ello, el conocimiento adquirido va a ser más persistente. De todas formas, las cosas siempre se olvidan, por lo que queremos que los alumnos vuelvan a clase al cabo de un tiempo (algo que pueden hacer cuando quieran). Por eso se llama PEAKS, aunque sea un poco friki, transmite lo que quieres ser.

¿A quiénes van dirigidos sus másteres?

A personas en activo y con experiencia, no solemos trabajar con recién titulados. Necesitamos que la persona haya pasado por el proceso de enfrentarse a responsabilidad dentro de la empresa, a los clientes, al trabajo en equipo y que sea capaz de identificar el valor que tiene para ellos a la formación. Esto es más difícil encontrar en los recién titulados.

Si son directivos experimentados ¿cómo les podéis ayudar a desarrollar su carrera, su formación?

Tener experiencia no quiere decir que estás haciendo las cosas bien, quiere decir que estás haciendo las cosas, que eso ya es un punto. Ya te has enfrentado a los problemas y los has resuelto, pero a veces se hace por intuición, sin un método, sin estar seguro de que lo estás haciendo bien. Un master o programa de posgrado no es más que una forma de ordenar todas estas ideas de forma estructurada, secuencial, y de enfrentarte a situaciones a las que no te has enfrentado nunca. Buscamos dar los conocimientos, las competencias y las cuestiones de actitud, que aunque es un concepto más abstracto, entendemos que es algo que hay que trabar.

¿Cómo integráis la perspectiva del marketing en la formación ofrecida?

El marketing está presente en todo lo que hacemos. Lo entendemos en un sentido muy amplio, para nosotros el marketing empieza por el producto y su propuesta de valor. En todo lo que hacemos, sea cual sea el programa damos mucha importancia a esa reflexión. Una vez hecha, tienes más claro cómo llegar a tu cliente por distintos canales.

¿De qué forma crea PEAKS valor de marca?

La marca la estamos construyendo sobre las experiencias, lo que queremos es que la gente nos ayude a crear esa marca gracias a un conjunto de buenas experiencias de nuestros alumnos. Queremos que todo el mundo se vaya con la sensación de que el master le ha aportado algo que ha transformado su forma de trabajar o incluso de comportarse en su vida personal. Lo intentamos transmitir en todo lo que hacemos y, aunque no es una forma muy ortodoxa, es nuestra manera personal de crear una marca a largo plazo.

¿Por qué no es la manera más ortodoxa?

Porque lo lógico sería transmitir estos valores en campañas de publicidad. Pero nosotros en este momento necesitábamos crear una verdad, algo real dentro del proyecto que fuera diferencial. No algo que nosotros pensamos que es diferencial sino que la gente percibe de esta manera. Antes de construir una marca sólida preferimos tener 100 o 200 buenas experiencias. Primero intentamos demostrárnoslo a nosotros mismos y luego haremos más esfuerzo en publicarlo. Creo que estamos consiguiendo que la gente sea muy adicta a la marca.

Hablando sobre marca… ¿Cómo crees que el marketing digital puede ayudar a desarrollar las marcas? ¿Cómo lo ves en el papel de dinamizador de los negocios?

Yo le doy un valor por encima de cualquier otro canal, y de medios convencionales, tanto en publicidad como en formación, y lo veo así por dos vertientes:

  • Cada vez se consumen más medios digitales, no solo para información sino también para ocio. Cada vez ganan más tiempo y atención de los posibles usuarios.
  • Cada vez es el medio más natural y frecuente para transmitir emociones, impresiones de los usuarios. Las redes sociales ayudan mucho a ello pero hay que encontrar el equilibrio entre ser un plasta y llegar a la gente.

¿Nos encontramos en una época en la que está de moda la emprendeduría?

Está demasiado de moda el emprendimiento. Ha habido una burbuja que no ha explotado pero se esta desinflando un poco. A medida que el mercado laboral está mejorando tímidamente, sobretodo para los jóvenes, esta burbuja de emprendimiento se va deshinchando.

El emprendimiento es necesario, siempre ha habido gente emprendedora. Lo que no teníamos antes era instrumentos para potenciarlo e incentivarlo o vincularlo al mundo digital. Pero se ha creado una cultura muy positiva: el emprendimiento es algo valioso para la sociedad, una vía alternativa, una forma fabulosa para formarse y autoformarse. Con lo cual, el emprendimiento es necesario, igual no hay que darle tanto peso en la economía como se le ha dado estos últimos tres años que creíamos que habría un boom de generación de riqueza y no ha sido real, pero es necesario crear nuevas empresas y oportunidades para seguir creciendo.

¿Qué problemas personales o económicos encuentra un emprendedor cuando inicia un proyecto?

La financiación, por ejemplo, no es un problema principal. No voy a decir que no pueda ser un problema, pero sí hay dinero para emprendimiento. Quizá ha habido muchas empresas que han hecho planes de negocio con necesidades de tesorería mucho más grandes que las necesidades reales, pero esto siempre va a ocurrir. Nuestra empresa ha funcionado bien desde el minuto cero, con lo cual es mucho más fácil de defender ante un socio, un banco o un inversor.

Lo que a veces echo en falta en estas empresas a través de internet es que no tienen claro la necesidad de generación de ingresos a corto o medio plazo. Tienen la expectativa de que esto ya generará ingresos a largo plazo, y es donde cada vez vamos a encontrar más dificultades de gente que apueste por sus proyectos. Pero un negocio con flujo de caja, con movimiento razonable desde los primeros años que no beneficios, va a tener siempre posibilidades de financiación.

¿Hay algunas otras trabas?

Bueno, intentar hacer algo que todo el mundo identifique como necesario y que no este hecho es muy difícil, lo que se puede es hacer algo distinto.

Trabas legales ya no hay, hay muchísimas facilidades hoy en día para ser emprendedor. Lo que encontramos es que gente con experiencia tiene miedo a dejar lo que tiene seguro. Entonces las dos variables que van una en contra de la otra son: en los jóvenes la falta de experiencia y en los que tienen experiencia es la aversión al riesgo.

¿Crees que los directivos valencianos o españoles tienen un alto nivel y se reciclan constantemente? ¿Cuentan con alguna debilidad?

En mi trayectoria profesional he encontrado gente con mayor formación y más inquieta por el desarrollo profesional en Madrid que en Valencia. Creo que es porque Madrid es un entorno más competitivo, con más oportunidades profesionales y el acceder a ellas depende de cuál sea tu preparación. Los profesionales invierten mucho tiempo y dinero en formarse, no solo en las etapas iniciales, sino continuamente.

Eso en la Comunidad Valenciana no lo percibo de igual forma. Hay muchísima gente en puestos de responsabilidad que obtuvieron sus títulos universitarios hace veinticinco años, y lo peor es que piensan que nos les hace falta nada más y creo que están equivocados. Siempre podemos mejorar como directivos y la formación es clave en ello.

¿Cómo pueden servir las escuelas de negocios como herramienta para los emprendedores?

La formación que se da sobre como formar una empresa en las universidades es bastante deficiente. Yo no he encontrado a nadie que venga de sus estudios sabiendo ser empresario o emprendedor.

Creo que les ayuda a estructurar las ideas, a entender muy bien la generación de valor y como llegar a los clientes. Creo que una escuela de negocios ayuda sin ninguna duda al emprendedor. La nuestra no está pensada para ayudar a un emprendedor sino a un directivo, sea o no uno de los socios de la empresa en la que trabaja.

¿Crees que se va a desarrollar más el sector (escuela de negocios)?

El sector está muy desarrollado. En formación hay una especie de burbuja, hay muchísima oferta. Lo que vemos en sitios más maduros como Madrid, EE.UU. o Europa es que aparecen cada vez más escuelas de nicho especializadas en un área en concreto: en Internet, en innovacion, en alguna rama sectorial. Pero estos másteres MBA son genéricos, es imposible que cuenten exactamente a cada uno de sus alumnos sobre su industria particular. Tienes una ventaja porque tienes una formación más amplia, y si una persona cambia de sector varias veces, le viene bien esa visión general.

Otra opción que habría es la formación online. Si el problema es la masa crítica hagamos un master para toda España o el mundo. Yo tengo una amplia experiencia en la formación online en universidades y grupos de trabajo de todo el mundo y creo que es un instrumento muy útil. Sin embargo, en la actualidad en PEAKS no identificamos metodologías de formación online que cumplan con los objetivos que tenemos en nuestra escuela de negocios porque, para la transformación de las personas, necesitamos la presencia física. Aunque esto es una opinión muy personal. Entendemos que con esta presencia conseguimos trabajar la actitud y las emociones de forma muchísimo más potente para conseguir el engagement, que la gente desee venir a clase y participar. Es una de las cosas que creo que no está todavía bien resuelta: hay excelentes profesores online, se pueden transmitir muchos conocimientos, pero faltan algunos ingredientes que todavía no sabemos cómo emular.

¿Cuál crees que es el futuro de PEAKS?

No lo sé, me gusta como es ahora y quiero que el año que viene me siga gustando. Iremos creciendo y haciendo cosas nuevas mientras sigamos sintiendo esa motivación, pero ni yo ni mis socios nos obsesionamos en saber cómo va a ser la empresa dentro de diez años.

 

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